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Segunda Jornada de discusión “Las políticas públicas para el sostenimiento de la agricultura periurbana en la Región Metropolitana de B.A.

El día 28 de abril de 2011 se llevó a cabo en la Universidad Nacional de General Sarmiento la segunda parte de las Jornadas de discusión “Las políticas públicas para el sostenimiento de la agricultura periurbana en la Región Metropolitana de Buenos Aires”. La apertura del evento estuvo a cargo de la Directora del Instituto del Conurbano, Lic. Daniela Soldano, quien rescató la incumbencia de la UNGS en temáticas de estudio como el periurbano, dada su situación geográfica de “universidad de borde” del territorio de la metrópolis.

Este segundo encuentro se centró principalmente en poner en valor el punto de vista de quienes día a día tienen a su cargo la importante tarea de desenvolverse en la gestión pública desde distintos niveles. En primer lugar, expuso la Lic. Julie Le Gall, doctoranda en Geografía del CNRS-PRODIG de Francia, especialista en horticultura periurbana, quien comparó las políticas de suelos y de comercialización hortícola que se llevan a cabo en Francia respecto de la situación en la RMBA. En este sentido, enfatizó en que si bien la creación del Mercado Central de Buenos Aires procuró replicar en los años ochenta el modelo del Rungis parisino, la novedad de los últimos años había sido que la localización de nuevos mercados frutihortícolas en Buenos Aires por afuera del circuito del Central se produjo más cerca de las zonas de producción que las de comercialización, y que esto tenía que ver con la complejidad de las redes bolivianas que operan actualmente en el nivel metropolitano.

En segundo lugar, hizo uso de la palabra la Directora de Economía Social y Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Arq. Marcela Vio, quien abogó por recuperar la noción de “producir ciudad”, por recuperar la capacidad de anticipación del Estado y de generar prácticas ordenadoras urbanísticas en el territorio. Sostuvo que en vez de la idea de plan debe enfatizarse en la de proyecto (urbano). En ese sentido, rescató como caso valioso la actual experiencia de intervención de la cuenca media del Río Reconquista que se está promoviendo actualmente desde la Subsecretaría de Urbanismo de la Provincia de Buenos Aires, en la que los términos del problema y el espacio sobre el que se va a operar están acotados. Entendió que la instancia de recorte territorial y de operatividad en las decisiones que permite un proyecto es fundamental para convocar a los actores. Asimismo, rescató las capacidades emprendedoras que las redes de inmigrantes bolivianos poseen y señaló que hay una convergencia de intereses desde distintos niveles del Estado sobre el periurbano que debe ser aprovechada en tanto oportunidad histórica.

En tercer lugar, expuso la Ing. Andrea Maggio, Coordinadora de la Unidad de Coordinación Territorial Oeste (UCT) de la Estación Experimental INTA AMBA, quien hizo un racconto sobre la creación del INTA AMBA. Señaló que pasados los años noventa el INTA comenzó a desarrollar líneas de trabajo asociadas al desarrollo local, incorporando luego la idea de desarrollo territorial y teniendo como meta enfatizar su accionar en el acompañamiento de la agricultura familiar, que pasa a ser crecientemente visibilizada como destinataria de intervención de política pública. Los antecedentes de importancia habían sido el Plan Minifundio, desfinanciado por el Estado en 1998 y el Pro-Huerta, programa implementado conjuntamente con el Ministerio de Desarrollo Social. En 2007 y 2008, la temática del periurbano adquiere relevancia en la agenda institucional, generándose una importante discusión interna en la que la inquietud principal era si el INTA debería involucrarse en la gestión del sector agropecuario del AMBA. En 2009, el Centro Regional Buenos Aires Norte (del cual depende el Área Metropolitana) trabaja en el armado de la estructura y en 2010 se realiza el lanzamiento del INTA EEA AMBA. Para ello, señaló, fue fundamental poner en valor el trabajo que venían realizando distintos técnicos en los distintos territorios vinculándose con municipios, universidades, etc., cuyo anclaje, referenciación y articulación con los niveles locales permitió la generación de programas de territorio donde los ejes fundamentales son producción y comercialización, soberanía alimentaria y equidad social, contaminación ambiental y aportes al ordenamiento territorial.

En este sentido, la Ing. Maggio rescató que el procedimiento de regionalización de los territorios del AMBA se hizo aplicando el concepto de enfoque territorial, definiendo líneas de soberanía alimentaria y equidad social y tomando al ordenamiento del territorio como premisa. Para ello, se hizo un relevamiento de los sistemas productivos presentes en cada territorio del AMBA, el cual fue dividido en cuatro UCTs. En un principio, señaló, la huerta familiar tenía mayor representación en las actividades institucionales que el productor agropecuario del periurbano. Sin embargo, en los últimos años, afirmó, la dinámica social alrededor de los mercados hortícolas ha cambiado, pues se ha producido una apropiación por parte de los productores de esos espacios, que han pasado a gravitar como nuevos mercados concentradores, lo que lleva a la pregunta sobre si se asiste actualmente a la conformación de un modelo de capital que ha desplazado a otro de economía social y, en ese caso, se interroga acerca de los desafíos que esto implica en el contexto político actual.

En cuarto lugar, expuso el Ing. Mario Sibolich, Director de Horticultura, Fruticultura y Floricultura del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, quien comentó cómo fue la creación de la Dirección de Agricultura Periurbana a principios de 2008, la cual fue disuelta luego de 9 meses de funcionamiento. El Ing. Sibolich atribuye la idea de la Dirección Provincial de AP al Subsecretario de Asuntos Agrarios de ese momento, quien tiene trayectoria en horticultura. En esa oportunidad se crearon 8 direcciones provinciales, algunas de ellas nuevas, lo cual implicaba que la AP dejaba de estar departamentalizada y pasaba a ser dirección, pasando a tener otro tipo de financiamiento y apoyatura. Sin embargo, describió que la implementación efectiva de estas nuevas direcciones demoró unos 6 meses, en el marco del inicio de una nueva gestión provincial, y cuando las mismas comenzaban a funcionar se produjo un nuevo reordenamiento en el organigrama general, disolviéndose la Dirección de AP y pasando sus funciones a la Dirección Provincial de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, de la cual la DHFF comenzó a formar parte. En este sentido, señaló que una vez normalizada la situación comenzaron a trabajar más específicamente en horticultura, enfatizó en que se están tratando de “institucionalizar ventanillas”, es decir, determinados espacios que los productores sientan como propios y desde donde puedan hacer sentir sus demandas (“tocar la puerta”) a los funcionarios. Asimismo, enfatizó en que la DHFF trabaja en tándem con la Dirección de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, siendo más técnico el rol de la primera y ocupándose más de aspectos sociales y territoriales la segunda. Por último, hizo hincapié en que actualmente el Ministerio de Asuntos Agrarios visibiliza a la horticultura como un sector relevante cuando históricamente no lo había hecho.

A continuación, se hizo un relato acerca de la implementación del Programa Nacional de Agricultura Periurbana, el cual fue compartido entre el Ing. Mario Sibolich y la Ing. Virginia Martirén, de la Delegación AMBA del Ministerio de Agricultura de la Nación. El contexto para el nacimiento del PNAP se produce en 2007, cuando el gobierno nacional se ve en la necesidad de bajar los precios de los productos hortícolas y una serie de municipios del oeste de la Región Metropolitana, encabezados por Moreno, propone que hay que aumentar la producción desarrollando el invernáculo en aquellas zonas del periurbano norte y oeste donde prácticamente no existía. Los municipios comenzaron a relacionarse entre sí, surgiendo en la agenda otras demandas: infraestructura, caminos, agua, la cuestión social (documentación), asesoramiento, capacitación, etc. También se logró involucrar a otros organismos, como la Secretaría de Agricultura y el INTA para seguir avanzando en las discusiones, las cuales se plasmaron en el Acta Compromiso del 12 de octubre de ese año y en la cual se demanda una línea de financiamiento a Nación incluyendo aspectos como las BPA, el incremento de la superficie bajo cubierta, manejo del agua (perforaciones), capacidad de inversión de los productores, etc.

La experiencia de implementación de ese subsidio fue la antesala del Programa Nacional de Agricultura Periurbana, cuyo lanzamiento se produjo en octubre de 2010. La Ing. Martirén señaló que el espíritu del Programa ha sido el de descentralizar. Actualmente se lleva a cabo en 24 municipios del Conurbano y provincias como Misiones, Chaco, Entre Ríos, Buenos Aires y Neuquén. La meta es “aumentar la producción en calidad y cantidad con énfasis en productores familiares y de pequeña escala”. Se señala la preocupación por la generación de empleo y la retención de población rural en sus lugares de producción. Para esto se ha visibilizado a los municipios como actores fundamentales. Explicó que la metodología de fortalecimiento institucional del proyecto es a través de “mesas locales”, en la que tienen representación el los municipios, el INTA, el Ministerio de Agricultura y, en la medida de sus posibilidades, el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires (se mencionó el caso de La Matanza, donde son activas las ONGs y también participan). Las mesas deciden sus mecanismos de articulación. Señaló que el INTA es fundamental porque, si bien quien toma la última decisión es el municipio, da apoyatura técnica a los distintos tipos de proyectos: feriales, comunitarios, etc. Los fondos se otorgan de diferentes maneras: créditos, subsidios, fondos rotativos. La “bajada” del Programa ha repercutido en el armado de departamentos rurales en las estructuras institucionales de varios municipios, los cuales comienzan a contar con técnicos en sus plantas y generan “ventanillas” a las cuales los productores pueden dirigirse. Asimismo, se describió que no se llega únicamente con los subsidios a los municipios, sino con toda una batería de instrumentos destinados a la formalización de la agricultura periurbana: monotributo social, RENAF, etc. (actualmente, distintos tipos de organizaciones pueden desempeñarse como entidades registradoras). Además, se han hecho adaptaciones regionales: el programa se aplica en producciones lecheras, granjería, mimbre del Delta, etc. Por otra parte, se señaló que para los municipios no resultó fácil la nueva experiencia de que les “bajen” recursos desde Nación. Deben procesar la llegada de esos fondos, rendirlos, etc. Eso los obligó a visualizar a una serie de actores de la producción que estaban en sus territorios.

Para finalizar, la Ing. Andrea Maggio señaló que otro tema fundamental para el creciente interés en la AP ha sido la creciente instalación en la agenda pública del tema de la agricultura familiar. Afirmó que hasta 2005, cuando se discutió en Mendoza la posibilidad de armar un foro de la AF, la misma no tenía representación a nivel nacional. Explicó que fue el Foro, el cual siempre se planteó como un modelo de gestión articulada con el Estado, el que avanzó en la definición y visibilización de los actores sociales, procediéndose posteriormente a solicitar un estudio especializado al IICA. Y fue en el marco del Foro que se conformó una comisión en Agricultura Urbana y Periurbana, que también precedió a una serie de cuestiones que se articularon después. En definitiva, señaló que en un período de tiempo muy corto, entre octubre de 2007 y abril de 2011, se registraron avances importantes en la implementación de políticas públicas en AP, lográndose respuestas muy significativas desde las dinámicas locales, mientras que enfatizó que otros procesos son mucho más lentos y llevarán más tiempo.


Andrés Barsky
Relatoría del 2º encuentro