20170318

Los nuevos desafíos de la agricultura urbana y periurbana

Los nuevos desafíos de la agricultura urbana y periurbana

Francisco Pescio es ingeniero agrónomo, docente y especialista en Desarrollo Rural. Actualmente, se desempeña como coordinador del programa ProHuerta (INTA+MDS) en la EEA AMBA y en la EEA Delta. En la entrevista que sigue analiza los desafíos de la producción agropecuaria en ciudades y áreas cercanas, entre otros temas.

 
- ¿A qué llamamos agricultura urbana y periurbana?
- Llamamos agricultura urbana a la producción agropecuaria dentro de las ciudades. Ésta consiste en la producción de hortalizas, cría de animales de granja, cultivo de ornamentales, entre otras actividades.  El "hacer la huerta" es algo antiguo, muy antiguo. Las familias, históricamente, han realizado huertas y chacras, donde obtenían verduras y frutas de estación. Era muy frecuente que hubiera también algunos animales, especialmente gallinas, de donde se obtenían huevos frescos y, cuando era necesario, la materia prima para el puchero.
- ¿Estas formas de producir tienen puntos en común?
- En el caso de la agricultura periurbana tiene puntos en común con la agricultura urbana, pero también algunas diferencias. Predominan las producciones vegetales, como la horticultura, viverismo, floricultura, entre otros. Entre las actividades ganaderas se destaca la avicultura, ponedoras y carne, porcinos, entre otros. Si en la agricultura urbana predominaba la producción para autoconsumo, en los periurbanos es muy importante la producción para el mercado interno. La mayor parte de los productos frescos que se consumen en el AMBA son producidos por su agricultura de cercanía.  Sin embargo, hay varios puntos que aún requieren un fuerte trabajo. Por un lado, la creciente problematización con el uso de pesticidas, especialmente en las cercanías de los lugares poblados. Por el otro, la comercialización desigual, que hace que los productores reciban muy bajo precio y los consumidores paguen altos valores por la verdura.
- ¿Cuál es el aporte de la agricultura urbana y periurbana para el AMBA?
- La primera impresión podría ser el gran aporte alimentario. En el caso de las huertas familiares, son los considerables aportes como provisión de vitaminas y minerales. Los periurbanos son además fuente de hortalizas frescas de calidad, producidas en las cercanías. Esto implica un menor gasto en transporte. Sin embargo, no se trata solo de una función alimentaria. El trabajo en la huerta lo realizan las familias, generalmente con ayuda de abuelas y abuelos, niñas y niños. La huerta es cultura, es una forma de transmisión del saber popular. Cuando se hace huerta, cuando cultivamos nuestras semillas, una parte de nuestras raíces vuelven a estar presentes con nosotros.
- ¿Cuáles son las propuestas del INTA en el AMBA?
- El INTA presenta un importante trabajo para el fortalecimiento de la agricultura urbana y periurbana del AMBA. Entre las líneas de trabajo es posible mencionar al programa ProHuerta. Ese programa es una política pública que lleva 26 años de historia. Integra el Programa Federal de Desarrollo (ProFeder) del INTA y es el resultado del trabajo articulado entre el INTA y la Subsecretaría de Políticas Alimentaria, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
- Y si tuvieras que definir puntualmente algunos objetivos de trabajo, ¿cuáles podrían ser?
- Entre sus objetivos se encuentra el fortalecimiento de la Seguridad y Soberanía Alimentaria. Esto se logra a través de la entrega de insumos críticos, capacitaciones en el tema y el acompañamiento técnico en terreno. Hay varias particularidades a destacar del programa. Por un lado, el enfoque productivo es agroecológico. Esto es, no utiliza pesticidas ni fertilizantes de síntesis química. Por el otro, el hincapié que hace en la formación de las promotoras y promotores de huerta. Estas personas, que conforman una compleja red de voluntariado, aprenden de agroecología y comparten sus conocimientos. Esto permite multiplicar la llegada de la agroecología a los lugares donde es necesario.
- ¿A qué se orientan las acciones del programa ProHuerta?
- Las acciones del ProHuerta tienen varias orientaciones. Por un lado, se trabaja en la promoción de la autoproducción de alimentos, especialmente huertas familiares y pequeños animales de granja. Por otra parte, se acompaña a las escuelas de gestión pública para que puedan incorporar la huerta escolar en sus prácticas institucionales cotidianas. Con aquellos productores o productoras que buscan obtener ingresos, se acompaña en la generación de experiencias de producción de plantines, compostaje, aromáticas, entre otras; siempre en el marco de la Economía Social y Solidaria. En ese sentido, se busca apoyar las distintas modalidades de comercialización, que impliquen beneficios para los productores y consumidores: mercados de cercanías, ferias verdes, bolsones de verduras agroecológicas, ventas a instituciones, entre otras. El foco siempre está puesto en la creación de espacios justos, con productos saludables.
- ¿La agroecología es un punto muy vigente?
- Recientemente han comenzado a incorporarse nuevos desafíos: sumar a las producciones periurbanas de carácter agroecológico y las experiencias de agregado de valor, entre otras. En los últimos años comenzó a crecer el interés por hacer huerta. A los hijos y nietos de los migrantes se sumaron personas de las ciudades, sin historia previa huertera. Las razones son varias: la creciente conciencia sobre los riesgos de pesticidas, la importancia de la alimentación saludable, acceder a verduras a precios económicos y, finalmente, el placer de comer algo que uno mismo cultivó.
Más información:
Federico Guerra - guerra.federico@inta.gob.ar
ODL AMBA Lomas de Zamora

20170305

RUTA 6 LA NUEVA GRAL PAZ FUENTE JULIE LE GALL